Los dos Sabios || Enseñanza que nos dejan las Fábulas de América

Como primer cuento a analizar de las muy conocidas "Fábulas de América", esta fábula nos deja una enseñanza sobre el miedo a parecer "burros" con nuestras propias opiniones


Cuento:

Gozaba en la montañosa comarca, entre todos los animales, gran fama de discreta y parca sabiduría un enorme Asno, bastante entrado en años, cuya conducta intachable era adornada con la rara virtud del silencio. Esto le distinguía y le hacía simpático entre los demás de su familia, cuyo áspero rebuzno jamás pudo alcanzar de las academias ni un modesto accésit de canto.
Por esto fue que un día, durante una desoladora peste en la región, resolvieron pedir al reputado cuadrúpedo su salvador y decisivo consejo, para poner remedio a los comunes males.
El los recibió con aire sonriente y bondadoso en el cual se transparentaba su acendrada modestia, les dijo:
-El caso tiene... como es natural... su solución..., pero ustedes deben consultar al sabio doctor... Yo mismo les haré compañía.
Y toda la asamblea de los afligidos animales se encaminó hacia la residencia semicampestre de un afamado médico, ante cuyo saber se inclinaba todo el país reverente y sumiso.
Paciente y magnánimo escuchó la consulta de sus hermanos inferiores y entonces, con palabra cariñosa e insinuante les dijo:
-El caso, hijos míos, es de carácter tan local y tan propio de la comarca, que es preferible la opinión de algún nativo de ella. ¿No han consultado allí con alguien?
-Si, hemos pedido el parecer de nuestro convecino más caracterizado, el Asno aquí presente, pero...
-Yo... -rumió el aludido, bajando la cabeza como ruborizado.
-Y bien...
-Y bien -interrumpió un zorro viejo, con mal disimulada ironía-, es mejor volvernos a nuestro valle y defendernos con nuestros propios medios.

Porque aquí, amigos, a lo que discurro,
y sin querer a nadie hacer agravio,
el burro con callar quiere ser sabio,
y el sabio por no errar imita al burro.

Opinión

Un rasgo muy importante en algunas personas es que mientras más tonto eres más vas a pretender ser inteligente, y tal como dice el refrán "Cría fama y acuéstate a dormir", es muy común que si una persona se ha dado a la fama de que 'sabe' más de la cuenta, muchos acudirán a dicho personaje en busca de un consejo o para la solución de un problema.

Como el Asno de la fábula, existen muchas personas que "pretenden" ser más sabios de la cuenta.  Y es muy cierto que a muchos les puede dar miedo expresar sus opiniones o decir a la franca "yo no me se la respuesta", o, "no se como ayudarte, pero vamos a buscar juntos una solución" por el simple hecho de que sentirían que quedarán como estúpidos. Pero... no tiene nada de malo dar esas respuestas.

Este Asno al tener fama de "muy sabio", quiso insinuar con su silencio de una sabiduría que claramente no tenía, perjudicando a sus vecinos animales quienes tenían una situación crítica: ¡Una peste estaba enfermándolos de gravedad! Pero el burro prefirió la opción fácil para el antes que la correcta, cuando debió hacer lo contrario, y ¿qué es lo contrario? Haberse preocupado por esos pobres animales y ayudarles a buscar una cura para su enfermedad, en vez de pensar en que iba a "quedar como un idiota".

En el caso del médico, bien dice la moraleja: "por no errar imita al burro", siendo él un "sabio doctor" al que se le está pidiendo ayuda, y el dice que es "preferible la opinión de algún nativo de la aldea". ¡Pero si le estaban contando con lujo de detalles el problema! ¿Qué otra opinión quiere? Si usted domina un tema y no se sabe el caso que se le está presentando, ¿No debería de investigar sobre este y buscarle una solución? No hay nadie mejor para encontrarla.

Este tipo de persona es aún peor que las del tipo "Asno", porque al menos el asno pretendía que era solo un señor sabio y se hizo a la fama a raíz de esto. Pero cuando existe una persona que domina el tema y creemos que puede resolver nuestra situación, pero entonces este termina dándote vueltas innecesarias incluso para sacarte más dinero y terminamos en una situación peor a la que teníamos antes de pedirle ayuda a este "experto"... No es bonito sentirse engañados por esas lacras, muy comunes en estos tiempos.

La enseñanza es clara: Si usted no sabe sobre un tema, no pretenda delante de los demás que se lo sabe de memoria, pero tampoco quédese callado dejando a los demás en espera por miedo a quedar mal o como un estúpido. Simplemente sea honesto con usted y con el otro y diga "no me lo se", o puede terminar como un idiota bien grande cuando las personas (que no son idiotas en su mayoría) se den cuenta de su engaño.

Autor

Esta fábula pertenece al argentino Joaquín V. González (1863-1922), Jurista, político, educador y narrador. Al parecer el Señor González conoció en vida muchos "sabios" como los de su fábula, podríamos deducir que él se representa como el viejo zorro que se dio cuenta de que esos dos no pretendían ayudar a la comarca. 

Aunque lamentablemente, todos nosotros en algún momento de nuestras vidas, nos volvemos ese viejo zorro que descubre con lamento que quienes nos "intentan ayudar" solo son mucho ruido y pocas nueces.

Hasta otro post!!!! :D

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