La historia de Kyle y por qué un pequeño gesto puede marcar la diferencia

Nunca se sabe cuando una simple ayuda y una sonrisa puede cambiarle la vida a una persona

Soy nueva mirando 9gag, una página muy conocida en Internet porque se pueden compartir imágenes de humor o de temas actuales, y navegando en ella me topé con una que relata una historia; no sé realmente si es verídica o no, pero me llegó al corazón leerla. Está en ingles, así que traduciré al español para compartirla con ustedes.

Fuente: 9gag

Un día, cuando era un freshman en la escuela, vi a un niño de mi clase caminando a casa. Su nombre era Kyle. Parecía que llevaba todos sus libros consigo. Pensé para mi mismo: "¿por qué lleva consigo todos sus libros a casa un viernes? Tiene que ser un nerd".
Tenía todo mi fin de semana planeado (fiestas y football con mis amigos mañana por la tarde), así que me encogí de hombros y seguí mi camino. Mientras iba caminando, vi a un grupo de chicos corriendo hacia él (hacia Kyle). Lo empujaron causando que todos sus libros cayeran al suelo, él se cayó y sus lentes salieron volando cayendo a unos diez pies de donde él se encontraba. Cuando se levantó vi una enorme tristeza en sus ojos.
Eso me llegó al corazón. Así que me acerqué a él y mientras él buscaba a tientas sus lentes vi un arañazo en su ojo. Le acerqué sus lentes y le dije: "Esos tipos son unos idiotas. Deberían conseguir una vida".  Entonces me miró y me dijo: "¡Hey, gracias!" con una gran sonrisa en sus rostro. Era una de esas sonrisas que muestran una sincera gratitud.
Lo ayudé a recoger sus libros y le pregunté donde vivía. Sucede que vive al lado de mi casa, asi que le pregunté por qué nunca lo había visto anteriormente y me respondió que había estudiado en una escuela privada hasta ahora. Nunca había conocido a una persona de un colegio privado antes. Tomé sus libros y hablamos durante todo el camino a casa.
Resultó ser un chico cool y buena persona. Le pregunté si quería ir a jugar football el sábado conmigo y mis amigos y dijo que si.
Pasamos todo el fin de semana juntos y mientras más conocía a Kyle mejor me caía. Y a mis amigos también opinaban lo mismo. El lunes llegó y ahí estaba Kyle con su enorme pila de libros otra vez. Lo detuve y le dije: "Chico, te van a salir unos enormes músculos si cargas con todos esos libros a diario". Él se rió y me pasó la mitad de los libros.
En los siguientes 4 años, Kyle y yo nos volvimos los mejores amigos. Al volvernos mayores empezamos a pensar en universidades. Kyle decidió estudiar en Georgetown y yo en Duke. Supe que siempre seriamos amigos, que las milas nunca serían un problema (se refiere a la distancia). Él quería ser doctor y yo iba a estudiar negocios por una beca de football.
Kyle resultó ser el mejor estudiante de la clase. Yo siempre lo molestaba por ser un nerd. A él le tocó hacer el discurso de graduación, por mi parte me alegraba de que no me hubiera tocado a mí hacerlo.
El día de la graduación vi a Kyle, se veía muy bien. Él era uno de esos chicos que cambiaron durante su estancia en la escuela. Había crecido y sus lentes le quedaban muy bien. ¡Había tenido muchas más citas que yo y las chicas lo amaban! Hombre, a veces me ponía celoso y hoy era uno de esos días. Podía ver que estaba nervioso por el discurso. Le di una palmada en la espalda y le dije: "¿Qué sucede? ¡Lo vas a hacer genial!". Él me miró (una de esas miradas llenas de gratitud) y me sonrió diciéndome: "Gracias".
Al empezar su discurso se aclaró la garganta y dijo: "La graduación es un tiempo de agradecer a quienes te ayudaron en estos años tan difíciles. Tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá a un entrenador, pero sobre todo a tus amigos. Estoy aquí para decirles a todos ustedes que ser amigo de alguien es el amigo de alguien es el mejor regalo que le puedes dar. Les voy a contar una historia". Yo miraba a mis amigos incrédulo mientras él contaba la historia del día que nos conocimos. Él había decidido suicidarse durante el fin de semana. Habló de cómo limpió su casillero para evitar que su madre tuviese que hacerlo después. Me miró fijamente y me dedicó una pequeña sonrisa. "Afortunadamente, me salvaron. Mi amigo me salvó de hacer algo inexpresable".
Escuche a la multitud respirar con dificultad al ver cómo este chico atractivo y popular contaba su momento de mayor debilidad. Observé a sus padres que me miraban y sonreían con gratitud. No fue hasta ese día que me percaté lo que había hecho.
Nunca subestimes el poder de tus acciones. Con un pequeño gesto puedes salvar la vida de una persona.

A veces lo que una persona necesita es otra que no se aparte, que sea su amigo. Como Kyle hay muchas personas que se sienten solas, que son objeto de bullying o tienen problemas en sus casas y no tienen una mano amiga que nos ayude o solo una oreja que nos permita expresarnos o simplemente alguien que esté con nosotros.

Si ves a alguien solo, intenta hacerle compañía, no sabes a qué circunstancias se enfrenta esa persona y necesita que alguien le distraiga o le haga reir.

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