Las formas de saber y la racionalidad científica (parte 12)

¡El gran paso desde el saber filosófico hasta el saber científico!: La revolución copernicana

   La filosofía es una forma del saber que se dirige a  aclarar el fundamento o cimiento del conocimiento humano, comprendiendo una investigación clara mediante la observación del entorno.  Ha influenciado enormemente en los pilares del conocimiento científico, debido a que filósofos como Aristóteles, Platón y Descartes tenían una manera de ver el mundo que ha dejado una marca permanente en lo que se considera hoy en día ciencia moderna.  

  En la edad media el teólogo y doctor de la iglesia Tomás de Aquino [prestar atención desde el tercer párrafo del enlace] prestó atención al pensamiento aristotélico y lo reinterpretó creando una estructura científica  fusionando en varias tesis el punto de vista de Aristóteles y las creencias bíblicas que el mismo Tomás poseía.  Los pensadores medievales integraron esos planteamientos como si fuera parte de las creencias biblicas, la misma iglesia católica asumió y defendió este punto de vista del universo.

  Entre los planteamientos que aristóteles que se unieron a dichas creencias está la interpretación teológica de que la naturaleza y sus fenómenos no ocurren por puro azar, interpretado como que los acontecimientos que salían de las leyes naturales comprendidas en ese momento solo pueden tener causas sobrenaturales, ya sean divinas o demoniacas.  Otros planteamientos fueron sobre el universo, afirmando que es un sistema cerrado y finito, en el cual la tierra es su centro, y todos los cuerpos celestes se mueven en torno a ella, y en el centro de la tierra se pone el ser humano mismo. 

  Cabe destacar que son puntos de vista de un ser humano que se impusieron como si fuesen creencias bíblicas; las personas en la edad media tenían un punto de vista completamente cerrado acerca de lo correcto o incorrecto, solo se centraban en lo que decía la iglesia, puesto que, a pesar de ser personas con creencias sólidas, tenían poco o nulo conocimiento de la biblia.  Si la iglesia lo decía eso era, puesto que tenía el poder absoluto en lo que el pueblo creía.

¿Cuándo cambió esto?

  A partir del siglo XVI el pensamiento aristotélico decayó de forma drástica debido al gran avance y desarrollo de la astronomía y la física.  Esto se causó por Nicolás Copérnico y su teoría heliocéntrica, la cual sostiene que la tierra no puede ser el centro del universo, sino el sol.  Este astrónomo era un clérigo católico que empezó a observar el universo detenidamente, es cierto que pareciera que el sol y las estrellas se mueven alrededor de la tierra, pero Copérnico se detuvo a pensar porqué las constelaciones cambiaban de lugar o desaparecían; el sol y la luna en si se ven desde distintas posiciones a lo largo del año... a partir de minuciosas observaciones este astrónomo curioso terminó planteando esta teoría. 

  Pero ver el universo desde ese punto de vista implicaba de igual forma que el ser humano deja de ser el centro del universo, causando un cambio drástico en la forma de pensar y en las relaciones existentes entre ciencia, filosofía y fé religiosa.

  De esta manera se abandona de manera gradual la física aristotélica interpretada por Tomás de Aquino y aprovada por la iglesia católica, pasando al orden natural expresado de forma lógica, matemática y deductiva.  Se percibe el mundo y el mismo universo como un orden lógico, lleno de armonía y dinámico lleno de fuerzas, movimientos, masas, velocidades, espacios, tiempos, etc.

Aportes de Kepler y Galileo

órbita elíptica de los planetas

  Esta teoría copernicana llamó la atención de muchos astrónomos y matemáticos, continuaron con la labor de dicho científico movidos por la curiosidad.  Johannes Kepler fue uno de dichos astrónomos.  Estudio de forma minuciosa las tablas astronómicas, logrando formular sus teorías empíricas del movimiento planetario, descubrió que la órbita del desplazamiento de los planetas era elíptica y logró demostrar matemáticamente el sistema copernicano.

  Galileo Galilei fue un enorme seguidor de Copérnico, quien lo inspiró a elaborar la teoría del método científico, perfeccionar el telescopio; promover la experimentación como tarea fundamental de la ciencia, descubrir los movimientos de traslación y rotación de la tierra, descubrir las lunas de júpiter, el anillo de saturno y las fases de venus (confirmando la teoría de Copérnico), entre otras cosas.